Memorias del Calavero. Rubén Mendoza. (2014)
Después de estrenar su segundo largometraje Tierra en la lengua Rubén Mendoza reaparece este año en las salas de cine con Memorias del Calavero, algo
bastante inusual dentro del contexto colombiano donde realizar una película se
convierte en una verdadera odisea.
Memorias del Calavero recorre los pasos de Abelardo Jaimes, el Cucho, quien en 2010 había interpretado uno de los
personajes principales en el primer
largometraje del director. Durante el
filme el equipo realizador acompaña al protagonista hasta su natal Santander,
donde intentando redimirse ha prometido
contar su más oscuro secreto frente a la cámara.
Una grabación telefónica da cuenta
del reencuentro del Cucho con Mendoza y la organización del viaje.
Usando un lenguaje típico del documental
la película atraviesa Boyacá y
Santander como si fuera una road movie;
Mientras tanto, los imponentes paisajes van enfrentando al protagonista con las
acciones de su pasado.
En este punto el estilo de la
narrativa se quiebra y plantea una paradoja: a pesar de que el equipo
realizador ya no acompaña al Cucho en su travesía, el espectador puede seguirlo
observando a través la cámara. Memorias del Calavero, al igual que su
predecesora Agarrando pueblo, obliga
a reflexionar sobre la objetividad del llamado cine de no ficción, y la ética
del quehacer documental.
Como en La Sociedad del semáforo y Tierra
en la lengua Mendoza vuelve a
confronta al espectador con imágenes que le resultan chocantes. En varios
puntos del recorrido Abelardo Jaimes revela recuerdos escabrosos de su vida en
la calle del Cartucho. Historias de
niños asesinados, sexo envilecido y la más cruda violencia, acompañadas por
imágenes documentales filmadas por Germán Piffano, obligan al espectador a
enfrentarse a la que tal vez sea una de
las peores caras del país.
Volviendo a la trama de la película, además de ser rechazado por su familia luego de salir
del truculento mundo de la calle; Abelardo Jaimes también lucha con esa fuerza
interior que parece condenarlo a volver a caer. Memorias del calavero es la
búsqueda de una redención imposible por parte de un hombre.
El secreto guardado durante años por el Cucho, cuya supuesta revelación
desencadena el argumento de la película, se presenta como un crimen aterrador,
capaz de horrorizar profundamente a un personaje que no se perturba al contar
las retorcidas escenas de su estadía en el Cartucho. De ahí, que el desenlace
de la película deje un sin sabor que resulta frustrante para más de un
espectador. Sin embargo, una narrativa bien construida acompañada de los
imponentes paisajes y la música de Edson Velandia, que muy acertadamente
acompaña la película, hacen que los minutos en la sala de cine mientras se
ve Memorias
del Calavero valgan la pena sin lugar a dudas.
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